Ha pasado casi un año desde que empezó todo. Hemos experimentado a diario el desconcierto, la angustia, la rabia y los duelos en todas sus variantes. Es ahora, acabando el 2020 cuando aparece con fuerza la tristeza y sus señales son bien claras: falta de encuentros cara a cara, dificultades para dormir, agotamiento emocional, desmotivación profesional y un sentimiento oculto y silencioso que nos asusta pronunciar. Se trata de la pérdida del sentido de muchas cosas que antes hacíamos y en las que creíamos y cómo encaja esta pérdida en la narrativa de la evolución de quiénes somos, a quién amamos y cómo vivimos.
Sabemos que nuestras emociones afectan a nuestro estado de ánimo, pero también a nuestra forma de relacionarnos con el mundo y llevar a cabo nuestras rutinas. Ser conscientes de la importancia de sentirnos bien es esencial para sostener nuestra vida a todos los niveles (familiar, profesional, espiritual, social y personal).
Asumir la responsabilidad de cuidarse es el primer paso hacia una sociedad en la que todos nos cuidemos más y también cuidemos mejor unos de otros. Conseguir un óptimo bienestar emocional depende de ti y la terapia psicológica puede ayudarte a conseguirlo. El momento de cuidarte es ahora.